SIEMPRE LAS DIFERENCIAS
Esto me brota cuando pienso en todas las desavenencias, todos los malos ratos que vivimos, o en su caso vemos tan de cerca. En lo difícil que se hace la vida cuando las personas se aferran a quererse imponer a costa de todo y sin poder ver nada que no sea lo que sus mentes dictan.
*********
No no, no comulgo pero, sabes? Te respeto. Te respeto al 100%.
Tú, a veces no respetas.
Por qué deseas imponer tu visión? Por qué tu enojo si pienso diferente? Yo nunca discuto, ni hablo de temas áridos. Siempre se acaba mal, se acaba peleando o mínimo, discutiendo. Yo no te menciono nada, ¿por qué entonces me llamas buscando "no sé qué" y esperas y EXIGES mi aprobación a tus pensamientos?
No hablo de "tolerancia". Esta es una palabra que no tiene toda mi simpatía porque se presta a pretender que "tolerar" tenga que ver con "soportar". Sí, a veces tolerar es tener qué aceptar cosas en contra de nuestra propia dignidad. Pero hablo de RESPETO a mí, que SÍ te respeto así algunas de tus cosas no me parezcan. Incluso, podrían parecerme abominables. Y justo por ese respeto del que tanto estoy hablando, no las mencionaré en este momento. Creo que en este, ni en ninguno otro.
¿Por qué no eres amable? ¿Por qué te quieres imponer a costa de lo que sea? No te das cuenta que debes hacerte merecedor de buena voluntad y no haces más que todo lo contrario?
Que es muy dura tu lucha, ya lo sé. Mucho. Pero el estar a la "defensiva" no es ninguna solución, sino que agrava las realidades. Las realidades de TODOS, porque nadie merece sufrir de discriminación: ni tú, ni nadie.
Resulta que de pronto el mundo cambia. Cambia de pronto, aunque ha cambiado siempre, dado que este cambio es voraz e impactante, sin piedad ni pausa, indiscriminado, atroz. La velocidad con la que se imponen al mundo es como una ametralladora implacable, que no descansa, que no para y que acribilla a destajo.
Sí, mi amiga, amigo... Porque estás feroz, atacas y atacas y atacas como si los que no somos como tú tuviésemos la culpa de llevar a cuestas nuestra propia realidad, que es la que es y que no necesariamente tiene que ser la tuya.
Si yo te respeto, ¿Por qué tú a mí, no lo haces? Parece que la discriminación fuese ahora toda contra los que no formamos parte de tu bando, que estamos tranquilos viviendo nuestra propia realidad y encarándonos con nuestro entorno que, ¡CUIDADO! No es sencillo tampoco. Cargamos nuestras propias maletas y sólo nosotros sabemos lo que pesan.
La amabilidad es algo que todo ser humano merece, es digno de ella.
***Cualquier semejanza con algún caso de la vida real, es mera coincidencia***
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy valiosos, te agradezco mucho que estés aquí y me pongas unas líneas. Gracias siempre!