TE ABRACÉ CON AMOR

Así te lo dije, así fue. Así lo hice y así es.

Te enraizas cada día más. Te afianzas, llegaste para quedarte, incluso presentas cambios . Lo sabíamos, claro que sí. No quiero otra cosa, tenía que ser así y ya está. Te doy albergue, ahora somos una.

Te instalaste en tu lugar, te gustó. Cumples con lo tuyo, yo lo comprendo y lo acepto. Te entiendo, pero ayúdame a entenderte bien. Hoy fue difícil, empiezas a ponerte llorona. Y cuando te pones así, lloro también. Inevitable. 

Eres parte de mi vida, parte muy importante. Te acepté porque debía hacerlo, y para todo, el amor es el mejor ingrediente.

Ayúdame para que no te odie, no quiero eso, no es bueno para nadie. No pregunto por qué llegaste, no lo hice antes y no lo hago ahora. Lo acepto. 

Yo veré la forma, la veré de verdad. Más duelen otras cosas y uno sigue. Porque la vida es eso, porque la vida es así.

¿Me podrías dar una tregua, nomás una, nomás así? ¿Verdad que lo harás? Una tregua, nada más. 

Amo este cuerpo que Dios me dio para estar aquí, que es mi expresión y mi caricia. Pero sabía que no era invencible, que la vulnerabilidad podía acercarse en cualquier suspiro. Seguiré cuidando con mucho afán el lugar de él que elegiste para tú estar. Yo lo seguiré cuidando, es mi misión.  

Gracias por todo, siempre.