JAIME SABINES SIEMPRE

 

Jaime Sabines, fotografía del INBAL editada por Maty Marín. 

"Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes. Te quiero como para salir a caminar, hablar del amor, mientras pateamos piedritas. Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa las calles. Te quiero como para ir a los lugares que más frecuento y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti. Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche. Te quiero como para no dejarte ir jamás. Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás."

Jaime Sabines 

¡Cómo te recuerdo Jaime! ¡Cuánto te echo de menos! Haces tanta falta... Que el consuelo es que te quedaste, nunca podías haberte ido del todo. Nunca, jamás. Y aquí estás con toda tu obra, todas esas palabras que dejaste para solazarnos y vivirte y revivirte. 

Tu sencillez y tu manera de olvidar excentricidades para plasmar la vida como es: sencilla en su grandeza. Así , como tú . Un humano que sufrió físicamente el dolor que la condenada enfermedad le hizo pasar. ¡Me dolías tanto! Una cirugía , otra más. Y así ni menciono el número, hay que ver -como dijo Germán Dehesa - cuánto tiene que pasar el ser humano en situaciones así para perder su dignidad. Pero esto es sí y es no, porque no eres tu circunstancia. Y eso, todo ello, fue absolutamente circunstancial. A todos nos dolió, ahora sabemos que descansas, pero la presencia de tu ausencia es y está.

Jaime Sabines es uno de los grandes autores mexicanos del siglo XX. Su poema más famoso es "Los amorosos", que forma parte de su libro "Horal". Nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Aunque su poesía fue traducida a muchos idiomas, es poco conocido fuera de México. También se recuerdan sus actividades como político, Diputado y Miembro del Congreso. Aunque la política sea una actividad muy noble en teoría y en sus orígenes, yo me alegro profundamente de que la haya dejado para dedicarse enteramente a la poesía. Siempre buscó conectar con la gente a través de sus versos, de manera coloquial, dejando el elitismo para otros. Él no, nada: con la gente. Con sus temas recurrentes como amor, muerte y cotidianidad, dejó un legado que es poesía para la vida. Nunca le dio valor a premios ni reconocimientos, sino a la conexión humana, como esos pocos que saben lo que valen sin necesidad de parafernalias. Era auténtico. 

Jaime, lo que me hubiera gustado estrechar tu mano. Escucharte en tus lecturas. Pero bueno, me conformo con que esta vida moderna te mantiene aquí, en tantos audios y videos. Tu lenguaje sencillo, que llega a todos, y créeme: llega bien, muy bien. 

¿Sabes que te extraño? Eres un caso como pocos. Uno se puede perder leyéndote y quedarse allí, como inmerso en un bosque despampanante lleno de puro oxígeno. Esa sabiduría de la vida, la sencilla, la que es, la que llega. 

 FRASES  DE JAIME SABINES 

Estoy dispuesto a ti. Tú me lees como un poema, me expresas todo lo que yo no expreso.

Te quiero amor, amor. Absurdamente, tontamente, perdido, iluminado, soñando rosas e inventando estrellas y diciéndote adiós yendo a tu lado. 

Te desnudas igual que si estuvieras sola y de pronto descubres que estás conmigo. ¡Cómo te quiero entonces entre las sábanas y el frío! 

Tienes que oír mi amor con  voz, tocarlo en su carne, aceptarlo como es, desnudo y libre.

Te quiero a las diez de la mañana, y a las once y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia.

Es un Universo, el Universo de Sabines al alcance de cualquiera que se quiera asomar y solazarse.

Te quiero siempre, Jaime Sabines